En esta ocasión, hablaremos acerca de un vicio del lenguaje que es poco conocido pero muy utilizado, demuestra poco dominio de la diversidad de la lengua, y hace que las oraciones pierdan precisión ¿Sabes cuál es?

Hablamos, por supuesto, de la monotonía, también conocido como pobreza del lenguaje. La monotonía es la falta de un vocabulario suficientemente amplio para establecer la comunicación, la cual se resume a un grupo estrecho de palabras.

Ahora, todos sabemos muy bien que al momento de estar en público y abrir la boca, todo, todo lo que sale de ésta, es crucial para lograr la buena y clara comunicación con las demás personas. Entonces, cuando nuestro discurso cae en la monotonía, se nos percibe como seres con poca capacidad de ideas y de expresión, además de un bajo nivel de manejo de los recursos del idioma.

Evitar la monotonía en el lenguaje no es sencillo, ya que a través del contacto social y el uso del lenguaje cotidiano, hemos incorporado ciertas características… peeero, ¡te pasamos unos consejos para que vayas expandiendo tu vocabulario, y haciendo más rico tu discurso!

• Lee por lo menos 20 minutos al día.
• Toma una revista y elige un artículo para leer, de manera rápida.
• Investiga un poco acerca de un tema, con el cual no estás familiarizado.
• Revisa y elige, de la mejor manera posible, tus palabras.

Biblioteca Vasconcelos, Ciudad de México

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