Un adjetivo que expresa cualidades (permanentes o temporales) de un sustantivo (mejor dicho, de la cosa nombrada por el sustantivo) puede hacerlo de diversas maneras.
- Mi bici es discreta y está limpia; luce más que ese enorme y ostentoso coche que tiene tu cuñada; ¡y encima está sucio!
En esa frase, los adjetivos limpia y sucio describen un estado temporal. Por su parte, discreta especifica cómo es mi bici; mientras que enorme y ostentoso proporcionan un detalle, explican y destacan una característica del coche de la cuñada.
Los tres califican, describen cualidades, pero no tienen el mismo efecto sobre el nombre al que acompañan. Así que los adjetivos calificativos pueden ejercer dos funciones:
- Los adjetivos calificativos especificativos, distinguen algo de otras cosas similares (mi bici es discreta, pero eso no significa que lo sean todas).
- Los adjetivos calificativos explicativos destacan una característica (el coche de la cuñada destaca por grande y ostentoso). A menudo no aportan información; no suena raro hablar de la negra noche, el caluroso verano o la blanca nieve.
Los adjetivos especificativos suelen ir detrás del nombre al que califican. Los adjetivos explicativos suelen ir delante del nombre, pero cumplen la misma función, si van detrás entre comas. Mira:
- El coche, enorme y ostentoso, de tu cuñada tiene mal gusto.
A ver si te parece distinto de esto:
- El enorme y ostentoso coche de tu cuñada es de mal gusto.
¿Y de esto?:
- El coche enorme y ostentoso de tu cuñada es de mal gusto.
El mensaje fundamental es que el coche es de mal gusto, pero añades, que es enorme y ostentoso. Sin embargo, en la tercera, se especifica cómo es uno de los coches de la cuñada.
- El sonido fulgurante, las olas ásperas…
¿Están bien usados los adjetivos en esas expresiones? Fulgurante iría bien con algo que se vea, pero no con sonido, y ásperas con algo que se toque, pero lo cierto es que esas expresiones resultan muy sugerentes y expresivas.