El artículo siempre va delante del nombre, pero solo en posición, porque lo cierto es que lo sigue y lo imita en todo. Si el sustantivo es singular, el artículo va en singular; y si el nombre está en plural, el artículo también.
Lo mismo le ocurre con el género; el artículo va en masculino o en femenino según cómo sea el sustantivo que lo sigue (con alguna excepción).
«Las comidas que prepara mi abuela son estupendas; el spaghetti le queda de rechupete. Lo malo es que su casa me queda muy lejos y el autobús que llega hasta allí pasa cada media hora. Vive en los bloques que están al otro lado del río y el autobús da la vuelta por detrás. Desde la azotea se ve toda la ciudad.»
No hay duda de que hablo de «todas las comidas que prepara mi abuela», no algunas de ellas. El spaghetti no es uno en concreto, «sino todos». Así que el artículo, tiene la capacidad de generalizar. Además, el artículo señala. Al decir «la ciudad», sabes que no es una ciudad cualquiera, sino una concreta.
Esa función de señalar con las palabras, se llama deixis y es muy útil cuando no quieres repetir las cosas una y otra vez.
Tampoco se piensa que hay dos autobuses, porque el artículo ‘el’ determina, individualiza y limita. Lo mismo ocurre con los bloques y el río. Tampoco hay duda de que la casa tiene «una sola azotea».
La segunda vez que se menciona el autobús, sin necesidad de más explicaciones, ya se sabe que es el que llega hasta allí (hasta la casa de mi abuela), y tarda media hora en pasar. Lo sabemos porque, antes no decía un autobús, sino «el autobús»; estaba señalado por un artículo, que estaba diciendo que se trata del autobús que ya conocemos, no uno cualquiera.