Los adjetivos demostrativos son como señalamientos en la carretera. Son palabras que acompañan a sustantivos y los señalan; no señalan al sustantivo, sino a lo que nombran, y al señalar, indican a qué distancia están. No dicen la distancia en metros, pero sí la cercanía relativa.
- Esta cerveza que tengo en la mano, va a dejar de existir, antes que esas rebanadas de pizza que ves en el plato.
La cerveza está muy cerca del que habla, las rebanadas de pizza no están tan cerca como la cerveza.
Los adjetivos demostrativos también indican cercanía o lejanía temporal, siempre relativa, claro. Los adjetivos demostrativos toman el género y el número de los nombres a los que acompañan.
También funcionan con ese valor de adjetivo demostrativo:
Dicho, con sus femeninos y plurales, dicha, dichos, dichas.
Susodicho, con sus femeninos y plurales susodicha, susodichos, susodichas.
Tal, y su plural tales.
Los puedes sustituir por otros demostrativos:
- Se trataba de un barco de 1817, encontrado tras la guerra. Dicho barco podría haber sido el único.
- La susodicha pintura, databa de mucho antes, pero no se había encontrado completa.
- El tal Cosme me dijo: «En tal caso esperaré mi turno».
La palabra tal tiene otras funciones y significados:
Abreviar algo que no se especifica:
- Pedía tal y tal, como si no hubiera nadie más.
Expresar semejanza:
- Lo dejé tal cual lo encontré.
Indicar tamaño:
- No había visto tal timidez en mi vida.